Por qué baja la postura en gallinas ponedoras
Si has llegado hasta aquí es porque la postura de las gallinas en tu gallinero no está como te gustaría. Tal vez empezaste con una buena producción y, poco a poco, ves menos huevos en los nidos y más dudas en tu cabeza. Tranquilo, no eres el único, la baja postura en gallinas ponedoras no es rara: incluso con buenas razas ponedoras y un gallinero decente, la producción puede bajar si uno o dos detalles se desajustan. La buena noticia es que casi siempre hay solución si sabes dónde mirar y qué corregir a tiempo.
Antes de pensar que tus gallinas “salieron defectuosas”, es importante entender que la postura de sus huevos depende de un conjunto de factores: alimentación, agua, luz, salud, estrés, edad y manejo diario. Cualquier cambio brusco en el ambiente se puede transformar en un “disruptor” del proceso de puesta. En este artículo vamos a desmenuzar uno por uno esos factores para que sepas cómo estimular a las gallinas para que pongan huevos de forma constante y sin malgastar el potencial de tu lote.
Causas principales de la baja producción de huevos
La mayoría de los problemas de baja postura se resumen en dos grandes culpables: estrés y mala alimentación. El estrés puede venir casi por cualquier factor que afecte su tranquilidad. Ejemplos son: temperaturas extremas, hacinamiento, ruidos fuertes, presencia de depredadores, cambios bruscos de rutina o peleas dentro del grupo.
Cada uno de esos factores puede hacer que la gallina “priorice sobrevivir” antes que producir huevos, y si el estrés se mantiene en el tiempo, la producción puede desplomarse durante semanas.
La otra gran causa es una nutrición desequilibrada: piensos de mala calidad, exceso de restos de cocina, falta de proteína o de calcio, carencias de vitaminas y minerales. Si la gallina no tiene “materiales” para fabricar el huevo, simplemente no puede poner al ritmo esperado, por muy buena genética que tenga. A esto se suman problemas de manejo de luz, falta de agua limpia, enfermedades o parásitos que pasan desapercibidos. Por eso, cuando la postura cae, conviene revisar el cuadro completo del gallinero y no solo culpar al pienso o a la raza.
Alimentación y nutrición para que las gallinas pongan más huevos
La base de todo es un pienso específico para gallinas ponedoras. Estos alimentos comerciales están formulados para aportar la energía, proteína, calcio y micronutrientes que una ponedora necesita para mantener su cuerpo y, además, producir huevos casi a diario. Lo ideal es que ese pienso sea la ración principal y esté disponible a libre acceso. Luego sí puedes complementar con granos, verduras o restos de cocina saludables, pero sin desplazar la ración base, para no desequilibrar la dieta y terminar con gallinas gordas pero poco productivas.
Dentro de la ración, la proteína es clave para sostener una buena postura de las gallinas. Las ponedoras necesitan un nivel suficiente (en torno al 16–18 % según etapa) que se logra mezclando cereales con fuentes proteicas como soja, girasol o harinas autorizadas. En momentos de más demanda, como la entrada en puesta o la muda, conviene que el alimento tenga algo más de proteína. Puedes ofrecer pequeños extras ricos en proteína, como insectos deshidratados o semillas, pero siempre como premio ocasional, nunca como base de la dieta para no desbalancearla.
El calcio merece un capítulo aparte porque es el responsable de unas cáscaras firmes y de que la gallina no extraiga el calcio de sus propios huesos. Aunque el pienso ya lleva calcio, a muchas ponedoras les viene bien tener un comedero aparte con concha de ostra triturada, cáscara de huevo horneada y molida o un suplemento comercial. Así cada gallina ajusta su consumo según su necesidad. Si empiezan a aparecer huevos con cáscara fina, rugosa o deformada, es una señal clara de que algo falla en el aporte o en la absorción de calcio.
No hay que olvidar las vitaminas y minerales, que se encargan de que todo el metabolismo funcione, que el sistema inmune responda y que la fertilidad se mantenga alta. Un buen pienso de ponedoras ya incluye un premix vitamínico-mineral equilibrado, pero puedes reforzar en épocas de calor, después de una enfermedad o durante la muda usando complejos vitamínicos en el agua o el alimento. Complementar de vez en cuando con frutas y verduras aptas para aves también ayuda, siempre evitando alimentos tóxicos para gallinas, excesos de sal o comidas muy grasosas.
Agua, luz y condiciones del gallinero para mantener la postura
Aunque a veces se subestima, el agua limpia y fresca es casi más importante que el alimento. Una gallina ponedora puede beber un cuarto de litro de agua o más al día, y en climas calurosos esa cantidad se multiplica. Si el agua se corta solo unas horas, la gallina reduce la ingesta, se deshidrata y la postura se retrasa o incluso se pierde uno o más días de puesta. Por eso, asegúrate de renovar el agua diariamente, limpiar los bebederos y colocar suficientes puntos de agua para que incluso las gallinas de más bajo rango puedan beber sin ser expulsadas por las dominantes.La luz es otro factor decisivo. Las gallinas regulan su ciclo de postura según las horas de luz que reciben al día. Para mantener una buena producción se recomienda que las ponedoras adultas dispongan de unas 14–16 horas de luz entre natural y artificial. En invierno o en galpones cerrados puedes usar luz artificial con temporizador, aumentando el fotoperiodo poco a poco, nunca de golpe, para no estresar a las aves. Un aumento gradual de la luz estimula el consumo de alimento y ayuda a mantener o recuperar la postura, mientras que una reducción brusca suele traducirse en menos huevos.
Para las gallinas ponedoras adultas debes mantener aproximadamente entre 14 y 16 horas de luz para llegar a los picos productivos. Esto puede variar con la edad de la gallina, pero puedes ir probando para optimizar la postura. A continuación te comparto una tabla de referencia con el detalle de los tiempos de luz recomendados por edad:
| Lugar de cría | Naves Cerradas | y Semi Cerradas | Clima cálido | (nave abierta) |
| Duración de la luz | Intensidad de la luz | Duración de la luz | Intensidad de la luz | |
| 1-3 días | 23 horas | 20-40 lux | 23 horas | 40 lux |
| 4-7 días | 22 horas | 15-30 lux | 22 horas | 40 lux |
| 8-14 días | 20 horas | 10-20 lux | 20 horas | 40 lux |
| 15-21 días | 18 horas | 5-10 lux | 18 horas | 40 lux |
| 22-28 días | 16 horas | 5-10 lux | 18 horas | 40 lux |
| 29-35 días | 14 horas | 5-10 lux | 17 horas | 40 lux |
En cuanto al gallinero, piensa en tres palabras: espacio, ventilación y confort. Evita el hacinamiento respetando un mínimo de superficie por ave tanto dentro como fuera, según tu sistema de cría. Un exceso de densidad se traduce en estrés, peleas, picaje y, cómo no, caída de postura. La ventilación debe permitir renovar el aire y controlar la humedad sin crear corrientes directas sobre las gallinas, sobre todo en climas fríos. Un suelo con buena cama seca, perchas cómodas y nidos limpios y acolchados completan el escenario ideal para que la gallina se sienta segura y con ganas de “trabajar”.
Salud, enfermedades y control de parásitos en gallinas ponedoras
Una gallina enferma, sencillamente, no pone huevos. Muchas veces la producción baja de a poco y la atribuimos al clima o al alimento, cuando en realidad hay problemas sanitarios de fondo.
Para evitar este problema, es fundamental observar cada día el comportamiento del lote: apetito, nivel de actividad, brillo del plumaje, postura del cuerpo, color de la cresta. Si ves gallinas apáticas, que se quedan aisladas o con plumas erizadas, suelen ser aviso de enfermedad. Ante la duda, separa al ave en una zona de cuarentena y consulta con un veterinario para evitar que el problema se extienda a todo el plantel.
Luego tienes los parásitos internos y externos, que son enemigos silenciosos de la postura de las gallinas. Piojos y ácaros chupan sangre y debilitan a las ponedoras, mientras que las lombrices intestinales compiten por los nutrientes.
Revisa perchas, piel y plumas de vez en cuando buscando signos de infestación: puntitos rojos, costras, plumaje sucio en la base, pérdida de peso. Trata de programar desparasitaciones internas y aplicar productos antiparasitarios autorizados, junto con baños de tierra o ceniza para las aves (tierra de diatomea también sirve), mantiene a raya estos problemas. Llevar un registro de las fechas y productos usados te ayudará a no repetir ni olvidar tratamientos importantes.
Estrés, espacio y bienestar del lote de gallinas
El estrés es el gran saboteador oculto de la postura. Cambios bruscos de horario de alimentación, ruidos extraños, presencia de perros, gatos o fauna salvaje alrededor del gallinero, manipulación excesiva o entradas y salidas constantes de personas generan un ambiente de alerta. Una gallina asustada no está pensando en poner un huevo, está pensando en salir corriendo. Intenta mantener rutinas estables de manejo, evita los ruidos fuertes cerca del gallinero y organiza las tareas de limpieza, inspección y recolección de huevos siempre más o menos a las mismas horas.
El espacio disponible también es clave para el bienestar. Cuando las gallinas están muy juntas aparecen peleas, picaje, competencia por comederos y bebederos, y las más débiles terminan sin comer ni beber lo suficiente. Observa si ves crestas picadas, plumas arrancadas o gallinas persiguiéndose con agresividad: son señales de que falta espacio o recursos. Aumentar la superficie de corral, añadir perchas y más puntos de comida y agua baja la tensión del grupo. A la hora de introducir nuevas gallinas, hazlo de forma gradual, separándolas al principio con una malla para que se vean sin llegar a agredirse.
Muda, etapas productivas y ajustes de manejo de la postura
No todo descenso de postura de gallinas es una tragedia: a veces es simplemente muda de plumas o cambio de etapa. Durante la muda, el cuerpo de la gallina destina gran parte de sus recursos a fabricar plumaje nuevo, por lo que la producción de huevos baja o incluso se detiene temporalmente. Es un proceso natural que puede durar varias semanas y que conviene acompañar con un aumento del nivel de proteína en el alimento y, si es necesario, un refuerzo vitamínico. Lo importante es aceptar que en ese periodo habrá menos huevos, pero que después, con un manejo adecuado, la productividad puede recuperarse.
También hay que tener en cuenta la edad y la genética. Las ponedoras comerciales pueden superar los 280–300 huevos al año en condiciones óptimas, pero no mantienen ese ritmo toda la vida. A partir del segundo año la postura suele bajar de forma natural. Si trabajas con razas criollas o de doble propósito, la producción también será menor, aunque más rústica. Ajustar expectativas a la realidad de tu raza y decidir si vas a renovar parte del lote cada cierto tiempo forma parte de la estrategia de manejo. A veces, para mejorar el promedio de huevos, la decisión correcta es sustituir las gallinas demasiado viejas por pollitas nuevas.
Consejos prácticos para recuperar y mantener una postura alta
Si ahora mismo tu producción está baja y quieres saber cómo estimular a las gallinas para que pongan huevos de nuevo, lo primero es hacer una pequeña auditoría de tu gallinero. Revisa alimento (tipo y cantidad), acceso al agua, horas de luz, estado sanitario y nivel de estrés. Corrige lo evidente: cambia el pienso por uno específico de ponedoras, añade un comedero de calcio libre, limpia a fondo el gallinero, mejora la ventilación y aumenta de forma gradual las horas de iluminación si estás en invierno. Muchas veces con estas medidas básicas ya se ve una mejora en pocas semanas.
A medio plazo, establece un plan de manejo sencillo pero constante: misma hora de alimentación, limpieza regular de camas y nidos, calendario de desparasitaciones y vacunaciones según recomiende tu veterinario, registro de la cantidad de huevos diaria para detectar bajadas a tiempo. Mantén un número adecuado de nidos, con cama seca y mullida, en una zona tranquila y algo oscura, para que las gallinas se sientan seguras. Y muy importante: observa. Cinco minutos al día mirando cómo comen, beben y se relacionan tus gallinas valen más que cualquier manual, porque te permitirán detectar cambios antes de que la postura se desplome.
Errores frecuentes y conclusiones finales
Uno de los errores más comunes es “mimar” a las gallinas con demasiados restos de cocina y pan, sustituyendo sin querer la ración balanceada. Terminas con aves rellenas de carbohidratos, pero con déficit de proteína y calcio, y la postura de las gallinas cae sin explicación aparente. Otro fallo típico es no dar importancia al agua, permitir que los bebederos se ensucien o que haya solo uno para todo el lote, de modo que las gallinas dominantes beben a gusto mientras las demás se quedan mirando. Algo parecido pasa con la luz: usar bombillas muy débiles o encenderlas y apagarlas de forma irregular crea más confusión que ayuda.En resumen, como hacer que las gallinas pongan más huevos y no bajen la postura no es cuestión de trucos mágicos, sino de respetar sus necesidades básicas: buena alimentación específica para ponedoras, suficiente proteína y calcio, agua fresca siempre disponible, un manejo inteligente de la luz, un gallinero limpio y bien ventilado, control sanitario y un ambiente sin estrés. Si cuidas estos pilares y te apoyas cuando haga falta en el asesoramiento profesional y en productos comerciales bien elegidos, tus gallinas harán el resto. Ellas ponen los huevos, tú pones el manejo; trabajando en equipo, la huevera se llena sola.

hola porque de cuando en vez aparecen huevitos muy pequeños en el lote
Depende de varios factores. Si es un ave joven, puede ser que aun son huevos nuevos, siempre empiezan la postura con huevos mas chicos. Si esta en período normal de postura podría ser por estrés, falta de nutrientes, o ciclo de luz inadecuado, etc. A veces pasa, pero si es algo recurrente, sería bueno revisar que esté recibiendo su ración de pienso como corresponde. Debes velar por que la fórmula que les estés dando sea la correcta para su edad, de que además esté bien formulada y que cualquier factor que pueda generar estrés de algún tipo, esté controlado.
Tengo 200 gallinas. Y están poniendo 60. Se están comiendo la mitad del cuido que normalmente se comían.
Qué puedo hacer rápido?
Es muy posible que estén enfermas o que el alimento que les estás dando no este en buen estado. Debes revisar el alimento, que no tenga hongos, que no esté podrido alguno de sus componentes y que el tamaño de los granos sea el adecuado (hay razas que no comen muy polvo por ejemplo, o cuando el grano está muy entero tampoco lo consumen. Aunque en este caso es un poco extremo, no creo que sea el caso el tamaño del grano). Que dejen de comer no es normal, asi que hay algún factor que está generando un problema grave. Debes pensar en cambiar el alimento desde ya. Valida que no estén enfermas. Quizas te convendría ponerles tambien vitamina al agua para fortalecerlas un poco.
Yo validaría el alimento, les aseguraría una buena fórmula de ahora en adelante (con un proveedor de confianza) y llamaría al veterinario para que las revise. Creo que es lo mejor en este caso tan extremo.